Ayer por la tarde llegué del trabajo y sabía que tenía que ponerme ya a preparar la entrada de hoy, que siempre lo dejo para el último momento... pero qué queréis que os diga, no me apetecía ni lo más mínimo.
Ponerme a escribir, repasar, retocar y subir fotos... no, no, no, definitivamente después de un día bastante agobiante lo que realmente me apetecía era alguna actividad manual, y a ser posible una que no me requiriera demasiada concentración...
De repente me acordé de la bolsa de Hama Beads que me trajo mi hermano hace tiempo y no lo dudé un momento ¡me puse a jugar con ellas feliz como una niña con zapatos nuevos!
¿Sabéis lo que son las Hama Beads? Algo tan simple como unos tubitos de plástico de colores, que se van colocando sobre un soporte especial con pinchitos y así puedes formar el dibujo que quieras.
Lo guay de esta historia es que puedes hacer y deshacer los diseños todas las veces que quieras, y cuando por fin consigues uno que quieres conservar sólo hay que cubrirlo de papel de horno, pasarle la plancha caliente por encima ¡y voilà! los tubitos se derriten un poco por el calor y se adhieren unos a otros formando una plancha compacta.
Yo recuerdo haberlos usado de pequeña, que mi tía me regaló una caja cuando todavía nadie sabía lo que era eso. Resultó ser uno de esos juguetes que nadie había visto antes y un extraño tesoro imposible de volver a encontrar en tiendas. Hasta ahora. Han tenido que pasar 20 años para que las Hama Beads se hagan famosas, al menos en nuestro país.
La diferencia, sin embargo, entre las que yo usé de pequeña y las que me trajo mi hermano, es el tamaño. Y es que estas últimas son Hama Beads MINI ¡y son minúsculas! bueno, miden 2,5mm de diámetro, pero ya hacen falta unas pinzas para manejarlas bien.
Para más inri resulta que lo que mi hermano compró, con toda la lógica del mundo, fue una bolsa de muestra en la que vienen tubitos de 48 colores diferentes ¡para poder probarlos todos sin tener que andar comprando bolsitas sueltas de todos los colores! pero claro, no penséis que venían los colores por separado... nada de eso, venían todos bien mezcladitos ¡a la rica macedonia de Hama Beads!
Así que ya os podéis imaginar el rato tan entretenido que pasé, entre ir escarbando los tubitos de los colores que necesitaba e irlos colocando con las pinzas sobre el soporte. Desde luego conseguí lo que quería, un buen rato de diversión inofensiva, y que me permitió desconectar completamente porque requería toda mi atención.
Estuve un rato jugueteando con diferentes diseños, pero todos ellos relacionados con videojuegos; y es que siempre he pensado que este material era idóneo para ello porque pensad: la imagen que obtienes, al estar hecha de tubitos, sale como pixelada, así qué ¿qué mejor que representar cosas que ya de por sí son pixeladas? Yo al final me decidí por la flor de Mario que habéis visto en las fotos (que iba a ser un llavero pero igual acaba siendo otra cosa) y un set de pequeños imanes para la nevera inspirados en el Pac-man.
Quedó gracioso ¿no? (jeje ¿os gusta mi pizarra magnética?) pues ya sabéis, si buscáis algo entretenido, versátil y apto para todos los públicos, os animo a probar las Hama Beads (aunque bueno, para ser estrictos, Hama no es más que una marca, y existe alguna otra que comercializa esto mismo, pero no conozco otra forma más genérica de llamar a estos tubitos de plástico en español ¿alguna sugerencia?).
Si no las encontráis en tiendas las podéis comprar directamente, por ejemplo, en
Hamabeads.es. Veréis que venden la versión MAXI pensada para niños pequeños, la MIDI que es la que yo tenía en casa de niña y la MINI que es la que os he enseñado yo ahora ¡acordaos que para trabajar necesitáis tener los tubitos y el soporte del tamaño correspondiente para poder colocarlos!. También he visto en el Ikea un producto similar en al zona infantil que se llama "Pyssla": un bote lleno de tubitos de distintos colores y un paquete con varias bases para colocarlas. El tamaño de estos tubitos yo creo que es equivalente al tamaño MIDI de Hama.
Y si queréis encontrar ideas para posibles diseños no tenéis más que entrar por ejemplo en Pinterest y buscar "
Hama Beads patterns"... ¡o podéis usar pequeños patrones de punto de cruz! ¿se os había ocurrido eso?
En fin, no me enrollo más, espero haberos dado una buena idea para alguna tarde en que tengáis ganas de jugar como yo ayer, se pueden hacer cosas muy chulas, y conociendo su uso básico luego es fácil darle una vuelta de tuerca e ir mucho más allá... ya sabéis que soy especialista en buscar usos alternativos de las cosas, o en combinar varios materiales diferentes ^.^ Para esto ya se me han ocurrido un par de ideas, aunque no sé si las llevaré a la práctica, jajajaja, que me vuelvo loca en seguida cuando mi cabeza empieza a maquinar!!
¡Besitos! y ya sabéis, para cualquier cosa que se os pase por la cabecita tenéis disponible tooooodo el espacio de los comentarios ¡os espero!
Ayer por la tarde llegué del trabajo y sabía que tenía que ponerme ya a preparar la entrada de hoy, que siempre lo dejo para el último momento... pero qué queréis que os diga, no me apetecía ni lo más mínimo.
Ponerme a escribir, repasar, retocar y subir fotos... no, no, no, definitivamente después de un día bastante agobiante lo que realmente me apetecía era alguna actividad manual, y a ser posible una que no me requiriera demasiada concentración...
De repente me acordé de la bolsa de Hama Beads que me trajo mi hermano hace tiempo y no lo dudé un momento ¡me puse a jugar con ellas feliz como una niña con zapatos nuevos!
¿Sabéis lo que son las Hama Beads? Algo tan simple como unos tubitos de plástico de colores, que se van colocando sobre un soporte especial con pinchitos y así puedes formar el dibujo que quieras.
Lo guay de esta historia es que puedes hacer y deshacer los diseños todas las veces que quieras, y cuando por fin consigues uno que quieres conservar sólo hay que cubrirlo de papel de horno, pasarle la plancha caliente por encima ¡y voilà! los tubitos se derriten un poco por el calor y se adhieren unos a otros formando una plancha compacta.
Yo recuerdo haberlos usado de pequeña, que mi tía me regaló una caja cuando todavía nadie sabía lo que era eso. Resultó ser uno de esos juguetes que nadie había visto antes y un extraño tesoro imposible de volver a encontrar en tiendas. Hasta ahora. Han tenido que pasar 20 años para que las Hama Beads se hagan famosas, al menos en nuestro país.
La diferencia, sin embargo, entre las que yo usé de pequeña y las que me trajo mi hermano, es el tamaño. Y es que estas últimas son Hama Beads MINI ¡y son minúsculas! bueno, miden 2,5mm de diámetro, pero ya hacen falta unas pinzas para manejarlas bien.
Para más inri resulta que lo que mi hermano compró, con toda la lógica del mundo, fue una bolsa de muestra en la que vienen tubitos de 48 colores diferentes ¡para poder probarlos todos sin tener que andar comprando bolsitas sueltas de todos los colores! pero claro, no penséis que venían los colores por separado... nada de eso, venían todos bien mezcladitos ¡a la rica macedonia de Hama Beads!
Así que ya os podéis imaginar el rato tan entretenido que pasé, entre ir escarbando los tubitos de los colores que necesitaba e irlos colocando con las pinzas sobre el soporte. Desde luego conseguí lo que quería, un buen rato de diversión inofensiva, y que me permitió desconectar completamente porque requería toda mi atención.
Estuve un rato jugueteando con diferentes diseños, pero todos ellos relacionados con videojuegos; y es que siempre he pensado que este material era idóneo para ello porque pensad: la imagen que obtienes, al estar hecha de tubitos, sale como pixelada, así qué ¿qué mejor que representar cosas que ya de por sí son pixeladas? Yo al final me decidí por la flor de Mario que habéis visto en las fotos (que iba a ser un llavero pero igual acaba siendo otra cosa) y un set de pequeños imanes para la nevera inspirados en el Pac-man.
Quedó gracioso ¿no? (jeje ¿os gusta mi pizarra magnética?) pues ya sabéis, si buscáis algo entretenido, versátil y apto para todos los públicos, os animo a probar las Hama Beads (aunque bueno, para ser estrictos, Hama no es más que una marca, y existe alguna otra que comercializa esto mismo, pero no conozco otra forma más genérica de llamar a estos tubitos de plástico en español ¿alguna sugerencia?).
Si no las encontráis en tiendas las podéis comprar directamente, por ejemplo, en
Hamabeads.es. Veréis que venden la versión MAXI pensada para niños pequeños, la MIDI que es la que yo tenía en casa de niña y la MINI que es la que os he enseñado yo ahora ¡acordaos que para trabajar necesitáis tener los tubitos y el soporte del tamaño correspondiente para poder colocarlos!. También he visto en el Ikea un producto similar en al zona infantil que se llama "Pyssla": un bote lleno de tubitos de distintos colores y un paquete con varias bases para colocarlas. El tamaño de estos tubitos yo creo que es equivalente al tamaño MIDI de Hama.
Y si queréis encontrar ideas para posibles diseños no tenéis más que entrar por ejemplo en Pinterest y buscar "
Hama Beads patterns"... ¡o podéis usar pequeños patrones de punto de cruz! ¿se os había ocurrido eso?
En fin, no me enrollo más, espero haberos dado una buena idea para alguna tarde en que tengáis ganas de jugar como yo ayer, se pueden hacer cosas muy chulas, y conociendo su uso básico luego es fácil darle una vuelta de tuerca e ir mucho más allá... ya sabéis que soy especialista en buscar usos alternativos de las cosas, o en combinar varios materiales diferentes ^.^ Para esto ya se me han ocurrido un par de ideas, aunque no sé si las llevaré a la práctica, jajajaja, que me vuelvo loca en seguida cuando mi cabeza empieza a maquinar!!
¡Besitos! y ya sabéis, para cualquier cosa que se os pase por la cabecita tenéis disponible tooooodo el espacio de los comentarios ¡os espero!