Imaginadme con mil millones de cosas en la cabeza y corriendo de un lado a otro "como pollo sin cabeza", jajajaja, ¡pues así estaba yo las semanas previas a la boda! es demasiado tiempo preparando cositas, estaba ya casi deseando que pasase, rezando para que todo saliera bien ¡y esperando irme por fin de vacaciones, yujuuuuuuu!!
Para vuestra tranquilidad os diré que efectivamente todo salió a pedir de boca ¡qué felicidad! os debo alguna entradilla contandoos algunas cosas... pero bueno, que me desvío ¿sabéis que es lo que más me me ha fastidiado durante este tiempo de preparativos? ¡que consumían todo mi tiempo! y claro, como no soy capaz de dejar mis manualidades del todo a un lado pues al final me agobio porque quiero estirar y estirar las horas...
No mucho antes de la bada conseguí estirar el tiempo lo suficiente como para escaparme la tarde del viernes al taller de origami de Anna. Ya os he hablado más de una vez de estos talleres, de lo que me gustan y lo bien que me lo paso, así que imaginaos el trabajo que me cuesta renunciar a ellos... esta última vez que fui Anna me recibió con un "¡como sigas así no va a darte tiempo ni a ir a la pelu el día D!" y le prometí que ya no iba a volver más hasta después de la boda, snif, snif, tentada he estado de romper la promesa...
Pero bueno, que me voy por las ramas, yo lo que quería era enseñaros lo que hicimos en el susodicho taller, porque es tan fino, tan elegante, tan cuco...
Son flores de loto. Y son portavelas.
Pero claro, no os asustéis, no son portavelas corrientes porque siendo de papel y con esa forma tan cerrada las probabilidades de que salgan ardiendo son altísimas... así que las velitas que llevan dentro son eléctricas, jeje ¡van a pilas!
Son geniales, porque son del tamaño de una velita de te, pero con un led dentro de la "llama" y un botoncito por debajo para encender y apagar. Encima la luz vibra ligeramente, como imitando la luz de una auténtica vela, y por ello resultan de lo más acojedoras... ¡pues no os digo más que las compré en un chino! y la verdad es que me encantan.
Pero es que los portavelas no podían ser más bonitos... ¿entendéis ahora por qué no me quería perder el taller de Anna?
No sé si en las fotos he conseguido captar el aspecto tan delicado que tienen... están hechas con papel de seda paja, que es bastante finito y traslúcido, como el papel de seda de toda la vida, lo que lo hace bastante manejable, pero lleva intercaladas unas fibras que le dan un toque muy natural... vamos, en mi lista de cosas por hacer está la de ir a comprar papel de este tipo porque es que me encanta, y para hacer lamparitas o cosas así está genial porque al ser un poquito traslúcido da más luminosidad, no se queda la velita ahí totalmente encajonada...
Ahora lo que ando buscando es una bandejita alargada de cerámica negra para colocar ahí ambas flores y que decoren un trocito de mi salón... me parece que van a quedar divinamente así. Veremos a ver si la encuentro, jajajaja, porque lo bastante que vayas buscando una cosa muy concreta para que no la encuentres... pero bueno, eso ya es otra historia y hoy ya me he enrollado demasiado.
¡Un besito a todos!!
¡Qué preciosidad! Y la llamita le da un toque muy elegante :)
ResponderEliminarFelicidades por todo, por la boda, por tu paciencia , ser capaz de dejar las manualidades un poquito de lado..., y por este fantástico trabajo. Besos
ResponderEliminarEnhorabuena por tu enlace!! Unas flores preciosas, un besinnn.
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