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El bizcocho que quería ser tarta (de chocolate y fresaaa!!!)

Hace poco encontré en el blog de "Rosaura Cakes" una receta de bizcocho super chocolateado, con tan buena pinta ¡que no podía evitar probarlo! así que el sábado por la tarde me puse a ello y ¡tachán! hice un bizcochito (en diminutivo porque lo hice en un molde de 15cm) de color prácticamente negro, aroma exquisito y aspecto firme pero jugoso.

El único problema fue que, tras un rato de perfecta cocción y progresivo crecimiento, en el último momento, se hundió por el centro y quedó estilo volcán... igual es que abrí el horno demasiado pronto, no sé, pero volcán o no este bizcocho tengo que volver a hacerlo porque estaba ñammmmmmm ¡¡delicioso!!

El caso es que lo desmoldé lo nivelé un poco y lo guardé en el frigorífico con idea de comérnoslo al día siguiente.

Pero el domingo por la mañana cuando fui a hincarle el diente para desayunar, el bizcocho me miró con ojillos tiernos y me dijo que no quería ser comido sin saber antes cómo era ser una tarta... yo me resistí un poco, porque como se me hundió por el centro lo había nivelado y había quedado bastante bajito, la verdad... pero al final me ablandé, no pude evitarlo, y decidí hacer un buttercream de fresas para rellenarlo, y así de paso probar si la combinación de ambas cosas quedaba tan rica como yo imaginaba, porque me han encargado para Julio una tarta de chocolate y fresa... y era una buena ocasión para probar ¿no?


Primer plano de las flores que decoran la tarta

El caso es que ahí estaba yo, rellenando el bizcocho con el buttercream y deseando cortar un buen trozo para el desayuno cuando se levantó mi maridín y dijo las palabras mágicas:
   - Uf, menuda pinta tiene eso ¿por qué no la pones bonita y la llevamos a la barbacoa de hoy? -
   - ¿Seguro? yo la veo bastante pequeña, va a resultar ridícula para tanta gente -
   - Que no, no es tan pequeña, y a estos seguro que les gusta, venga, termínalaaaa -
   - Pero si hemos quedado en una hora y todavía estoy en pijama... -
   - Venga, que sí, que a estos les va a encantar... -

Total, que me veis como alma que lleva el diablo, sacando corriendo los chismes para el fondant e improvisando en menos de media hora una decoración medio decente...

Vista superior de la tarta

Para no complicarme mucho la vida tiñendo fondant opté por forrar la tarta de fondant blanco y luego teñimos un trocito de naranja y otro de verde para hacer unas florecitas... más simple imposible, pero no os imagináis lo estresante que es forrar una tarta de fondant a contrareloj. De hecho no quedó bien bien, se me agrietó ligeramente por un laillo... y yo acabé yéndome a la barbacoa sin haber desayunado, jajajaja.

Pero bueno, mereció la pena porque efectivamente la tarta, a pesar de todos los problemas, gustó muchísimo a todo el mundo (¡si no me dejaron cortarla hasta no haberle hecho mil millones de fotos con todos los móviles disponibles!!), de sabor bueníiiiiiiiiiiisima!! y estaba extra jugosa sin necesidad de haberle añadido ningún almibar.

Corte de la tarta, bizcocho de chocolate y relleno de fresa

Así que sin duda volveré a intentar hacer este bizcocho, a ver si consigo que me salga más alto, porque merece la pena, y si vosotros lo queréis intentar aquí os dejo la receta, con las cantidades ajustadas para el molde de 15cm.


PARA EL BIZCOCHO:
Os pongo las medidas en tazas en lugar de gramos, ya que tengo un juego de tazas medidoras al que le tengo que sacar partido... pero si necesitáis las cantidades exactas en gramos podéis acudir a la receta original de Rosaura, cuyo enlace os puse al principio de la entrada, y utilizar exactamente la mitad de todas las cantidades (si utilizáis la de Rosaura tal cual os saldrá una tarta bastante más grande que la mía)

- 3/4+1/8 de taza de harina
- 1 taza de azúcar
- 1/4+1/8 de taza de cacao puro en polvo (yo utilicé uno que compré en "Chocolat factory" y está de muerte, también podéis utilizar "Valor"... pero sobre todo huid de los preparados para chocolate a la taza en polvo y cosas similares, porque el sabor del cacao no es igual de bueno... cuanto mejor sea el cacao más rica será la tarta!!)
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de levadura
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 huevo
- 1/2 taza de café negro (Rosaura explica en su blog que este café no da sabor al bizcocho, sino que simplemente intensifica el sabor del cacao... yo no quería echar café porque quiero una receta apta para todos los públicos y por tanto que no lleve cafeina, así que me limité a añadir 1/2 taza de agua!)
- 110 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 1/4 de taza de aceite de girasol
- 1/2 cucharada de extracto de vainilla

- Precalentamos el horno a 180º.
- Preparamos el molde forrándolo con papel vegetal (si dejáis que el papel sobresalga por encima del borde del molde conseguiréis simular que el molde es más alto y podéis conseguir bizcochos más gorditos, perfectos para partir en varias capas).
- En el vaso de la batidora mezclamos los ingredientes húmedos: huevo, café (o agua), mantequilla, aceite y extracto de vainilla. No hace falta batir mucho, sólo mezclarlos bien.
- Añadimos el azúcar.
- Vamos añadiendo poco a poco el resto de ingredientes secos, tamizándolos: harina, cacao, bicarbonato, levadura y sal.
- Mezclar bien todo durante dos minutos a velocidad lenta.
- Verter la mezcla en el molde y hornear hasta que al pincharlo salga limpio. Cada horno es un mundo, pero mi bizcocho tardó unos 50 minutos en hacerse ¡y sobre todo, no abráis el horno durante los primeros 35-40 minutos!!!


PARA EL BUTTERCREAM:
Utilicé exactamente la misma receta que para el buttercream de los cupcakes de fresa que publiqué hace un tiempo... pero hice menos cantidad ya que sólo tenía que rellenar una capa de la tarta.

Para que os hagáis una idea, yo utilicé 80g de fresas (y el resto de ingredientes en proporción) pero si vuestra tarta tiene más capas necesitareis hacer más cantidad, por lo menos unos 120g de fresas.

Otra aportación interesante es que utilicé fresas congeladas... las compré en el Lidl, están muy bien de precio y bastante ricas de sabor. El buttercream no salió exactamente igual que cuando utilicé fresas naturales, pero no tenía nada que envidiar, el sabor era buenísimo.


Y eso es todo por hoy chicos, con esto y un bizcocho... ¡todo el mundo a ponerse las botas!!

¡Espero que os gusteeeee!!!!
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Hace poco encontré en el blog de "Rosaura Cakes" una receta de bizcocho super chocolateado, con tan buena pinta ¡que no podía evitar probarlo! así que el sábado por la tarde me puse a ello y ¡tachán! hice un bizcochito (en diminutivo porque lo hice en un molde de 15cm) de color prácticamente negro, aroma exquisito y aspecto firme pero jugoso.

El único problema fue que, tras un rato de perfecta cocción y progresivo crecimiento, en el último momento, se hundió por el centro y quedó estilo volcán... igual es que abrí el horno demasiado pronto, no sé, pero volcán o no este bizcocho tengo que volver a hacerlo porque estaba ñammmmmmm ¡¡delicioso!!

El caso es que lo desmoldé lo nivelé un poco y lo guardé en el frigorífico con idea de comérnoslo al día siguiente.

Pero el domingo por la mañana cuando fui a hincarle el diente para desayunar, el bizcocho me miró con ojillos tiernos y me dijo que no quería ser comido sin saber antes cómo era ser una tarta... yo me resistí un poco, porque como se me hundió por el centro lo había nivelado y había quedado bastante bajito, la verdad... pero al final me ablandé, no pude evitarlo, y decidí hacer un buttercream de fresas para rellenarlo, y así de paso probar si la combinación de ambas cosas quedaba tan rica como yo imaginaba, porque me han encargado para Julio una tarta de chocolate y fresa... y era una buena ocasión para probar ¿no?


Primer plano de las flores que decoran la tarta

El caso es que ahí estaba yo, rellenando el bizcocho con el buttercream y deseando cortar un buen trozo para el desayuno cuando se levantó mi maridín y dijo las palabras mágicas:
   - Uf, menuda pinta tiene eso ¿por qué no la pones bonita y la llevamos a la barbacoa de hoy? -
   - ¿Seguro? yo la veo bastante pequeña, va a resultar ridícula para tanta gente -
   - Que no, no es tan pequeña, y a estos seguro que les gusta, venga, termínalaaaa -
   - Pero si hemos quedado en una hora y todavía estoy en pijama... -
   - Venga, que sí, que a estos les va a encantar... -

Total, que me veis como alma que lleva el diablo, sacando corriendo los chismes para el fondant e improvisando en menos de media hora una decoración medio decente...

Vista superior de la tarta

Para no complicarme mucho la vida tiñendo fondant opté por forrar la tarta de fondant blanco y luego teñimos un trocito de naranja y otro de verde para hacer unas florecitas... más simple imposible, pero no os imagináis lo estresante que es forrar una tarta de fondant a contrareloj. De hecho no quedó bien bien, se me agrietó ligeramente por un laillo... y yo acabé yéndome a la barbacoa sin haber desayunado, jajajaja.

Pero bueno, mereció la pena porque efectivamente la tarta, a pesar de todos los problemas, gustó muchísimo a todo el mundo (¡si no me dejaron cortarla hasta no haberle hecho mil millones de fotos con todos los móviles disponibles!!), de sabor bueníiiiiiiiiiiisima!! y estaba extra jugosa sin necesidad de haberle añadido ningún almibar.

Corte de la tarta, bizcocho de chocolate y relleno de fresa

Así que sin duda volveré a intentar hacer este bizcocho, a ver si consigo que me salga más alto, porque merece la pena, y si vosotros lo queréis intentar aquí os dejo la receta, con las cantidades ajustadas para el molde de 15cm.


PARA EL BIZCOCHO:
Os pongo las medidas en tazas en lugar de gramos, ya que tengo un juego de tazas medidoras al que le tengo que sacar partido... pero si necesitáis las cantidades exactas en gramos podéis acudir a la receta original de Rosaura, cuyo enlace os puse al principio de la entrada, y utilizar exactamente la mitad de todas las cantidades (si utilizáis la de Rosaura tal cual os saldrá una tarta bastante más grande que la mía)

- 3/4+1/8 de taza de harina
- 1 taza de azúcar
- 1/4+1/8 de taza de cacao puro en polvo (yo utilicé uno que compré en "Chocolat factory" y está de muerte, también podéis utilizar "Valor"... pero sobre todo huid de los preparados para chocolate a la taza en polvo y cosas similares, porque el sabor del cacao no es igual de bueno... cuanto mejor sea el cacao más rica será la tarta!!)
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de levadura
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 huevo
- 1/2 taza de café negro (Rosaura explica en su blog que este café no da sabor al bizcocho, sino que simplemente intensifica el sabor del cacao... yo no quería echar café porque quiero una receta apta para todos los públicos y por tanto que no lleve cafeina, así que me limité a añadir 1/2 taza de agua!)
- 110 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 1/4 de taza de aceite de girasol
- 1/2 cucharada de extracto de vainilla

- Precalentamos el horno a 180º.
- Preparamos el molde forrándolo con papel vegetal (si dejáis que el papel sobresalga por encima del borde del molde conseguiréis simular que el molde es más alto y podéis conseguir bizcochos más gorditos, perfectos para partir en varias capas).
- En el vaso de la batidora mezclamos los ingredientes húmedos: huevo, café (o agua), mantequilla, aceite y extracto de vainilla. No hace falta batir mucho, sólo mezclarlos bien.
- Añadimos el azúcar.
- Vamos añadiendo poco a poco el resto de ingredientes secos, tamizándolos: harina, cacao, bicarbonato, levadura y sal.
- Mezclar bien todo durante dos minutos a velocidad lenta.
- Verter la mezcla en el molde y hornear hasta que al pincharlo salga limpio. Cada horno es un mundo, pero mi bizcocho tardó unos 50 minutos en hacerse ¡y sobre todo, no abráis el horno durante los primeros 35-40 minutos!!!


PARA EL BUTTERCREAM:
Utilicé exactamente la misma receta que para el buttercream de los cupcakes de fresa que publiqué hace un tiempo... pero hice menos cantidad ya que sólo tenía que rellenar una capa de la tarta.

Para que os hagáis una idea, yo utilicé 80g de fresas (y el resto de ingredientes en proporción) pero si vuestra tarta tiene más capas necesitareis hacer más cantidad, por lo menos unos 120g de fresas.

Otra aportación interesante es que utilicé fresas congeladas... las compré en el Lidl, están muy bien de precio y bastante ricas de sabor. El buttercream no salió exactamente igual que cuando utilicé fresas naturales, pero no tenía nada que envidiar, el sabor era buenísimo.


Y eso es todo por hoy chicos, con esto y un bizcocho... ¡todo el mundo a ponerse las botas!!

¡Espero que os gusteeeee!!!!

6 comentarios:

  1. Me dan ganas de estirar la mano y llevarme un pedazo ¡menuda buena pinta! Ñam!!

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  2. Madre mía y eso que salió rapidita¡¡ un molde de 15 cm, ñam ñam, no puede tener mejor aspecto. Tienes unas manos fabulosas¡¡ ese trozo tiene que saber a gloria. Un exito seguro, muak

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  3. Jo todo lo que tocas lo conviertes en algo ingenioso y seguro a ña vez increíble de delicioso.
    Soy Naira. Besos

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  4. Pero vaya pinta que tiene!!, ayy creo que va a estar riquisima... que ganas de probarla

    un besote

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  5. Hola!!!
    Preciosa y riquísima. Me encanta la decoración.
    Un besazo.

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  6. Gracias por pasar a verme.. estoy intentando ver todas esas cosas que impiden que sea feliz, me cuesta horrores, creo que si no empiezo por pensar un poco mas en mi, no voy a poder hacerlo. Pero lo voy a intentar, y tengo un niño que me va a ayudar, seguro...

    Un besote

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