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Plástico mágico 4: ¿Se puede imprimir?

Hay una pregunta ¡la pregunta del millón! que siempre me hacen cuando hablo de plástico mágico: ¿se puede imprimir el plástico mágico? y la respuesta, hasta ahora, era que no. Bueno, a ver, existe un tipo de plástico especial que está pensado para imprimir en él, pero es bastante más caro que el normal y más difícil de conseguir. Y también hay algunos tipos de plástico mágico que tienen...
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Hay una pregunta ¡la pregunta del millón! que siempre me hacen cuando hablo de plástico mágico: ¿se puede imprimir el plástico mágico? y la respuesta, hasta ahora, era que no.

Bueno, a ver, existe un tipo de plástico especial que está pensado para imprimir en él, pero es bastante más caro que el normal y más difícil de conseguir. Y también hay algunos tipos de plástico mágico que tienen una de sus caras ligeramente rugosa, y utilizándolo con bastante cuidado se puede hacer un apaño e imprimir sobre él.

Sin embargo, el plástico de la marca Polyshrink que yo tengo en la tienda y muchos otros de los que encontraréis en tiendas tienen la superficie completamente lisa ¡tacto espejo! ¡y así no hay forma posible de utilizarlos en la impresora!

Peeeeero ¡no subestimeis mi maravilloso departamento de I+D! y es que digo yo ¿en qué se diferencia el plástico apto para impresora del que no lo es? ¿no habrá forma de solucionarlo? ¡pues sí, sí, sí, sí! ¡he encontrado la manera! pero bueno, a ver, empecemos por el principio.

¿Se puede imprimir el plástico mágico?


¿Qué impresora puedo utilizar?
Empiezo por aquí porque me parece un punto muy importante ¡no quiero que nadie estropee su impresora por mi culpa! Siempre que hable de imprimir en plástico mágico, sea del tipo que sea, me estoy refiriendo a utilizar una impresora de chorro de tinta. Absolutamente NUNCA utilicéis una impresora láser (de las de tóner) porque estas impresoras utilizan calor como medio de impresión. Algunas pueden alcanzar hasta 220ºC, y como ya sabemos (os recomiendo el artículo "Cómo hornear el plástico mágico") esa temperatura está por encima de la temperatura de horneado del plástico, lo que significa que se pondrá blando, se retorcerá e incluso empezará a quemarse... ¡menudo panorama! me imagino todo el interior de la impresora pringado y atascado de plástico blando y a medio chamuscar ¡no se os ocurraaaaaa! Y dicho esto, sigamos con el tema que nos interesa ☺.


¿Por qué no puedo imprimir en plástico mágico normal?
Pues a ver, os vais a contestar vosotros solos ¿qué pasa si ponemos una gota de agua sobre una hoja de plástico mágico? pues nada, no pasa absolutamente nada. Como la superficie del plástico es lisa y nada porosa, la gota de agua permanecerá sobre la superficie casi flotando, perfecta, redonda... el plástico repele al agua.

Gota de agua sobre plástico mágico

Así que, si en vez de hacer eso con una gota de agua lo hacemos con la tinta líquida de la impresora ¿qué pasará? pues exactamente lo mismo. El plástico repele la tinta, ésta se queda flotando sobre la superficie, y las imágenes se nos emborronan casi con mirarlas... así que mejor ni pensar en tocarlas (recortarlas, manipularlas, agujerearlas...).

Pero bueno, estamos aquí para encontrar una solución, así que profundicemos más en la cuestión ¿por qué el plástico repele la tinta? y ahora sí que nos metemos de lleno en una clase de ciencias, porque resulta que la culpa de todo la tiene nuestra amiga la "Tensión superficial".

Jajajajaja, no os asustéis, que ya estoy viendo a algunos huyendo del ordenador como si hubieran visto un demonio. Explicado de la forma más sencilla posible la tensión superficial es una fuerza que se genera en el interior de los líquidos y que se opone a que éstos aumenten su superficie. O dicho de otra manera, debido a la tensión superficial un líquido siempre tiende a tener la menor cantidad posible de superficie en contacto con cualquier otra cosa externa a él.

La tensión superficial hace posible que ciertos objetos floten en el agua, o que podamos hacer burbujas de jabón. Si tenéis cierta curiosidad científica os invito a leer más.

Pero el caso es que, para nuestra desgracia, también es la culpable de que se formen las gotas de los líquidos. Porque la mejor manera de conseguir una superficie de contacto mínima es meterse en una esfera (creedme, es así, aunque para demostrarlo tendría que convertir esto en una clase de matemáticas y eso ya me parece pasarme), así que el líquido intenta siempre parecerse lo más posible a una esfera.


Por eso cuando echamos una gota de agua sobre nuestro plástico vemos que se mantiene sobre la superficie, lo más redondita posible. Y es también lo que ocurre al intentar imprimir en el plástico, que la tinta se recoge en miles de pequeñas gotitas y se queda como flotando sobre la superficie.


¿Pero entonces por qué hay plásticos sobre los que sí se puede imprimir?
Ya os he dicho que la tensión superficial es una fuerza, y oye, contra una fuerza siempre se puede luchar, basta con conseguir una fuerza mayor que luche de nuestro lado y venceremos.

En este caso resulta que la superficie del plástico es tan lisa y ofrece tan poca resistencia que la tinta campa a sus anchas y hace lo que le viene en gana, es claramente el equipo ganador. Nuestra única opción es modificar de alguna manera la superficie del plástico, para que ofrezca más resistencia a la tinta y así ésta no sea capaz de formar gotitas por mucho que quiera

Y eso es precisamente lo que hacen los fabricantes de plástico imprimible: someten el plástico a una serie de procesos para darle mayor rugosidad, porque cuanto más rugosa sea la superficie, mayor resistencia encuentra la tinta.
Como os imaginareis hay procesos que no están a nuestro alcance, no vamos a montarnos una fábrica en casa… pero vamos a intentar obtener un resultado parecido!


Cómo aumentar la rugosidad
Pues os voy a contar dos ideas y vamos a comprobar realmente lo que pasa con cada una de ellas:
  • Lijar la superficie: con una lija de grano fino, lijamos en varias direcciones y así obtenemos una superficie rugosa. Es una técnica básica imprescindible, por ejemplo, para poder pintar con lápices de colores sobre el plástico.
  • Aplicar una imprimación: un spray de los que utilizan en los talleres de reparación de carrocerías precisamente para preparar las piezas de plástico y poder pintar sobre ellas. Suena un poco raro ¿pero si a ellos les funciona por qué no a nosotros?

Entremos pues al laboratorio…

Para este experimento he cogido una hoja de plástico mágico y la he dividido en tres zonas:
  • La parte izquierda está lijada.
  • La central no la he tocado, tiene la terminación original del plástico.
  • La de la derecha tiene aplicada una imprimación.
Hoja de plástico mágico con 3 tratamientos aplicados

He elegido un diseño de fondo continuo y he metido el plástico en la impresora:

Hoja de plástico con 3 tratamientos impresa

A priori ninguna de las tres partes tiene mala pinta ¿no? pero bueno, antes de nada vamos a dejarlo secar un rato, porque el plástico no es absorbente como el papel y la tinta necesita más tiempo para secarse.

Yo lo he dejado media hora a temperatura ambiente, que creo que es un tiempo razonable, y al volver he querido ver qué ocurría al pasar el dedo por encima…

Marca del dedo sobre el plástico mágico impreso

¡Oh la là! La parte lisa sigue estando completamente húmeda, y la tinta se emborrona muy fácilmente, la parte lijada (izquierda) está algo mejor y la parte derecha, con la imprimación, apenas se ha movido al pasarle el dedo aunque sí que se ha corrido un poquito...

Por si acaso vamos a dejarlo secar más tiempo, porque igual he sido muy impaciente y no lo he dejado lo suficiente, así que vamos a probar a dejarlo secar durante toda la noche y volvemos a probar.

Marca del dedo sobre el plástico tras 12 horas

¿Qué os parece? tras 12 horas de secado la tinta de la parte lijada y de la parte lisa sigue sin adherirse del todo al plástico, en cambio en la parte con imprimación parece que la tinta ha quedado bastante fija ¡EUREKA! ¡esto es lo que estábamos buscando!


Hablemos de la imprimación
En fin, ya os he soltado el rollo científico (lo siento, me ha salido la vena de ingeniera) así que ahora vamos a lo práctico.

La imprimación que yo he utilizado es una que se comercializa para las carrocerías de los coches, se usa para pretratar las piezas de plástico y poder pintarlas después. Hay muchas marcas en el mercado y podría servirnos cualquiera, lo único que tenemos que tener en cuenta es:
  • Que sea en spray: porque así es más cómodo de aplicar y de obtener la terminación rugosa que queremos. Hay algunas (pocas) que se aplican con brocha y pienso que son un engorro.
  • Que sea transparente: para que no nos modifique el color de base de nuestro plástico. Puede resultar obvio, pero si no os fijáis es muy probable que acabéis comprando una imprimación de color gris oscuro, ya que la mayoría son así.
  • Que sea compatible con el poliestireno: porque aunque nosotros lo llamemos plástico mágico y cualquier otra cosa nos suene a chino, resulta que en la industria a este tipo de plástico se le llama así: poliestireno.

Imprimación transparente para plásticos

Yo di bastantes vueltas hasta encontrar una imprimación para plásticos como la que quería y que se comercializara en botes pequeños (porque claro, como se utiliza en coches los botes que suelen vender son de 500ml ¡super grandes!) así que como soy una chica maja he traído varios botes y los tenéis disponibles en la tienda ¡más fácil imposible!


La semana que viene os contaré paso a paso cómo aplicar la imprimación correctamente, y también veremos algunas consideraciones extra a tener en cuenta a la hora de imprimir, para obtener los mejores resultados posibles, pero por hoy lo dejamos, que está resultando demasiado largo...

Lo que sí quiero que os quede muy claro es que la imprimación ayuda, pero no hace milagros. Hay que manejar el plástico con cierto cuidado después de imprimirlo, evitar roces y manipulaciones innecesarias, porque hasta que no lo horneamos la tinta no se fija completamente, y existe riesgo de estropear la imagen si no lo tratamos con un poco de delicadeza ¿ok?

Pero bueno, contadme ¿qué os parece esta idea? ¿se os ocurren cositas que querríais imprimir y hasta ahora no habéis podido? ¿veis interesante la opción de utilizar la impresora de casa con el plástico? ¿qué os ha parecido mi investigación? ¡estoy deseando leer lo que tengáis que decir en los comentarios!!

Ana

Zapatitos de tela paso a paso

¡Hola caracolas! Hoy voy a salirme del tema del plástico mágico que llevo tratando unas semanas, pero resulta que acabo de tener un primito nuevo, y la ocasión merecía como poco hacerle unos zapatitos ¿no creéis? ¡que no todos los días aumenta la familia! Además la temporada de primavera-verano suele ser época de nacimientos, y quizá alguna nueva mamá haya pensado en hacer unos para su bebito... Patrones...
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¡Hola caracolas! Hoy voy a salirme del tema del plástico mágico que llevo tratando unas semanas, pero resulta que acabo de tener un primito nuevo, y la ocasión merecía como poco hacerle unos zapatitos ¿no creéis? ¡que no todos los días aumenta la familia! Además la temporada de primavera-verano suele ser época de nacimientos, y quizá alguna nueva mamá haya pensado en hacer unos para su bebito...

Patucos de bebé de tela azul

Patrones hay muchos por Internet, no tenéis más que buscar "patrón zapatitos bebé" o en inglés "baby booties pattern" y encontraréis unos cuantos. Pero ojo, porque podéis encontrarlos de dos tipos:
  • Patrones para zapatitos de fieltro: los más fáciles de hacer, porque el fieltro se corta y no se desilacha, y encima sólo necesitais una capa de un fieltro gordito para tener unos patucos monos, no hace falta ponerles forro ni nada... la pega es que el fieltro pega demasiado calor como para hacer zapatos de verano, y además normalmente sólo podemos jugar con colores lisos, pero no estampados. Si queréis utilizar este tipo de patrones para hacer zapatos de tela tendréis que tener en cuenta el margen de tela extra que tenéis que cortar para poder doblar hacia dentro (porque la tela sí se deshilacha!)
  • Patrones para zapatitos de tela: normalmente ya llevan dibujado el margen de tela que hay que dejar para doblar. Son más complicados de hacer y por eso muchas veces vienen acompañados de las instrucciones de montaje, ¡porque tendremos que coserlos de manera que todas las costuras posibles queden hacia dentro y no se vean los bordes de la tela! son más difíciles, pero yo creo que son mucho más bonitos y versátiles, por eso hoy os quiero echar un mano con ellos.
  • Y estoy pensando que realmente también encontraréis patrones para zapatitos en crochet... pero esos son fácilmente distinguibles, jeje ^.^

Yo la verdad es que he buscado mucho ¡y leído mucho! y te das cuenta de que cada persona los cose a su manera, pero hay un tema más o menos común, y es cómo rematar para que las costuras queden hacia adentro. Unos lo hacen de una manera y otros de otra, y unos consiguen mejores resultados que otros... pero prestando atención puedes ir sacando pequeños trucos de cada explicación ¡hasta dar con la combinación perfecta! Me ha costado lo suyo, porque además yo soy nula con la máquina de coser, pero finalmente he conseguido lo que quería: unos zapatitos con TODAS las costuras hacia dentro ¡no se ve ni una!

Y como no me ha sido fácil conseguir la fórmula, voy a compartirla con vosotros.


Necesitamos:
  • Un patrón para zapatitos de tela. Sobre todo aseguraos de tener en cuenta el margen extra de tela que hay que tener para poder doblar los bordes hacia dentro. Yo no os puedo pasar el patrón que he utilizado para estos zapatos porque no es gratuito (en I think sew, tenéis muchísimos muy completos y a muy buen precio), pero el método es el mismo para casi cualquier tipo de zapato.
  • Tela fuerte para el empeine. Es la que va a darle consistencia al zapato, así que si la que os gusta es finita ponedle entretela para darle algo más de cuerpo.
  • Tela suave para el forro. Es la que irá en contacto con la piel del bebé, así que cuanto más agradable al tacto mejor. Y cuanto más natural también mejor, que transpire bien y no tengamos riesgo de alergias o algo parecido.
  • Opcional: Tela antideslizante para la suela. Si los zapatitos son para un recién nacido igual no hace falta y podéis hacer la suela con la misma tela que el empeine, pero si es para un niño que ya se mueve o gatea pues mejor antideslizante y le ayudamos un poco ☺
  • Hilo que combine con las telas. Y si tienen colores muy diferentes mejor que combine con la tela del empeine... yo cometí el error de utilizar un hilo del color del forro y hay zonas en que se me notan las puntadas por la parte de fuera.
  • Alfileres, muuuuuchos alfileres
  • Máquina de coser (y un poco de maña) o aguja para coser a mano.
  • Tijeras.
  • Pegamento para tela. No es obligatorio pero puede venir bien.
  • Plancha.



¡Y vamos a por ello!
Lo primero es imprimir el patrón en el tamaño adecuado. Hay muchos patrones que vienen ya en varios tamaños según la edad del bebé, pero si el nuestro no es así pues tendremos que calcular cómo de grande lo queremos e imprimir el patrón a una escala adecuada.

Ahora cortamos la tela. Para cada zapato necesitaremos dos piezas del empeine y dos de la suela (una con cada tela). Cuidado porque hay que cortarlas en espejo, para que cuando pongamos ambas piezas revés con revés nos coincidan a la perfección.
Yo además he cortado otra pieza de suela de una guata muy finita, para que quede un poco acolchada, pero no es necesario.

Piezas de tela cortadas

Empezamos a coser por el empeine. Cogemos ambas piezas, las colocamos derecho con derecho, de modo que nos quede hacia fuera el revés de ambas telas y cosemos toda la parte interior. Como ayuda podemos marcar por dónde debe ir la costura con tiza o rotulador de costurera. Yo lo he cosido a máquina y por eso he pillado ambas telas con alfileres, para evitar que se me desplacen.

Piezas del empeine encaradas

Una vez que esté cosido tenemos que darle la vuelta, pero antes comprobamos si tenemos recovecos como los míos, y en ese caso tenemos que hacer unas rajitas en la tela, para que al dar la vuelta la tela pueda irse a su sitio y no se nos quede pellizcado. Hay que cortar llegando justo hasta la costura, pero con cuidado de no romperla, y aunque no debería ser necesario a mí me gusta poner ahí una gotina de pegamento para tela y así me aseguro de que la tela no vaya a saltar por ahí... me quedo más tranquila.

Detalle costura empeine zapatitos

Ahora sí, le damos la vuelta, planchamos bien las costuras... y esto ya va teniendo buena pinta ¿no? ¡primera costura bien escondida!

Zapatito con la primera costura planchada

Lo siguiente es cerrar el talón. Para ello juntamos ambos extremos, con la parte vista del empeine hacia fuera.

Primer paso para coser el talón

Pillamos los dos extremos de la tela del forro con alfileres.

Alfileres sujetando el forro del talón

Y tiramos de la tela exterior hacia arriba, quedándose del revés.

Como colocar la tela para la costura

Ahí es donde tenemos que hacer la costura.

Costura del talón con alfileres

Una vez que la tengamos hecha volvemos a darle la vuelta para que quede todo como debe ser, y planchamos muy bien las costuras ¡esto ya va pareciendo un zapato!

Costura del talón terminada

Y lo mejor es que la costura del talón ha quedado completamente oculta ¡no se ve ni por un lado ni por otro! Y creédme que esto no fue fácil averiguar cómo hacerlo ^.^

Costura del talón por el otro lado

Ahora viene la parte truculenta, que es ponerle la suela... pero antes vamos a echar una costura rápida para terminar de unir las dos piezas del empeine y que no se nos muevan. No hace falta hacerla con un cuidado especial, es sólo una costura rápida, y la única precaución que debemos tener es hacerla muy próxima al borde, para estar seguros de que quedará en la parte de tela que doblaremos hacia dentro y no se verá.

Costura en el borde inferior del empeine

Para poner la suela empezamos con la pieza interior (la otra la dejamos para luego). La colocamos bajo nuestro zapato y vamos poco a poco haciendo coincidir los bordes y sujetándolos con alfileres. No es fácil en absoluto, a mí siempre me acaba sobrando tela por alguna parte, y sobre todo la parte del talón me cuesta horrores... pero a base de poner suficientes alfileres como para que el zapato parezca un puercoespín al final se queda bien.

Suela del zapato con alfileres

Una vez que esté todo bien sujeto hacemos la costura. Si somos muy valientes o tenemos bastante experiencia con la máquina de coser podemos hacerla a máquina, y si no pues la hacemos con un pespunte a mano bien apretadito y listo.

Zapato con parte de la base cosida

Y alguno dirá ¿pero esto que es? ¿te has vuelto loca, Ana? ¿tanta historia con esconder las costuras y ahora haces esto así, con todos los hilachos para fuera? jajajajaja, tranquilos, tranquilos, que ahora mismo lo arreglamos, con otro truqui de esos aprendidos...
Se trata simplemente de coger la otra pieza de la suela, la de tela antideslizante, y colocarla SOBRE el zapatito, con el revés mirando hacia nosotros. El zapato lo vamos doblando hacia adentro y vamos pillando el borde de la tela con alfileres para que no se mueva.
Y al final nos tenemos que quedar con una especie de sandwich, con las dos suelas una a cada lado y el resto del zapato apretujado dentro.

Resto de la suela sujeta con alfileres

Cosemos con cuidado el contorno. Aquí yo ya me dí por vencida y lo hice a mano, porque es complicadísimo no pillar pliegues de la tela y que nos quede pellizcada. Pero ojo, no lo cosáis entero, tenemos que dejar un trocito abierto para darle la vuelta (mejor si dejáis un poco más que yo, que luego me ví negra para darle la vuelta por ese hueco tan pequeño)

Contorno de la base cosido

¡Y ya casi casi lo tenemos! sólo tenemos que rematar el trozo que hemos dejado abierto con puntada escondida, planchar bien las últimas costuras, con mucho cuidadito ¡y listo para usar!

Zapatito de bebé terminado

¿A que queda mono? y realmente no es difícil, sólo la parte final da algún problemilla, pero en una tarde podemos tener una parejita de zapatos monísimos.

Sólo os doy otro consejo, y es que aunque la explicación se refiera todo el rato a un sólo zapato, es mejor ir haciendo los dos a la vez, porque así os aseguráis de ir haciéndolos de la misma manera, y dejando los mismos márgenes de tela, y es más probable que al terminar os queden los dos iguales... yo no lo hice así (si es que siempre aprendo a cabezazos!) y cuando terminé el segundo resultó ser bastante distinto al primero así que tuve que desarmarlo y rehacerlo cogiendo más margen de tela por algunos sitios y menos por otros para que quedara igual al primero que había hecho ¡un desastre, vamos!

¿Y vosotros? ¿qué tal se os da la máquina de coser? ¿habéis cosido alguna vez algo así y habéis metido la pata como yo? ¿a quién le regalaríais unos zapatitos como estos? ¡podéis contarme lo que queráis en los comentarios, son todo vuestros!


(He enlazado esta entrada a la Fiesta de Enlaces de Personalización de Blogs)

Ana

Plástico mágico 3: Vamos a cortar

Cuando pensamos en trabajar con plástico mágico lo primero que nos suele venir a la cabeza es "dibujar". Sí, tendemos a pensar en una imagen que nos guste, plasmarla de alguna manera sobre el plástico y luego simplemente recortar el contorno alrededor. Pero ¿por qué menospreciar ese paso de "recortar"? ¿por qué relegarlo a algo tan secundario? Recortar el plástico mágico también tiene su...
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Cuando pensamos en trabajar con plástico mágico lo primero que nos suele venir a la cabeza es "dibujar". Sí, tendemos a pensar en una imagen que nos guste, plasmarla de alguna manera sobre el plástico y luego simplemente recortar el contorno alrededor. Pero ¿por qué menospreciar ese paso de "recortar"? ¿por qué relegarlo a algo tan secundario? Recortar el plástico mágico también tiene su ciencia, y darle la importancia necesaria puede marcar la diferencia ¡así que vamos a verlo con más detalle!

Herramientas de corte


Cuestión de textura:
Cuando voy a algún mercado yo siempre le digo a la gente que pasa por el puesto que, por favor, toque las piezas. El tacto es un sentido importante, nos da cierta información que la vista a veces no puede, y el caso del plástico mágico no es una excepción.

Cada tipo de plástico mágico tiene una textura ligeramente diferente al tacto: unos son más lisos y otros más rugosos, unos más duros y otros más blandos. Y hablando en concreto del que podéis encontrar en mi tienda pues resulta que el plástico traslúcido tiene un tacto completamente diferente a los otros tres colores:
  • Éstos últimos (blanco, negro y transparente) tienen un tacto muy parecido al acetato o incluso el cristal: completamente liso, ese tipo de superficie que refleja mucho la luz y se llena de polvo en cuanto tiene un poco de electricidad estática. Además se nota que el plástico es duro, en cierto modo difícil de curvar.
  • El plástico traslúcido sin embargo es ligeramente más rugoso, no refleja la luz, y tiene una consistencia algo más blanda, que lo hace más manejable.
Diferentes tipos de plástico reflejando la luz

¿Veis como los plásticos blanco, negro y transparente reflejan el gotelé de la pared y el traslúcido no? os prometo que en el momento de echar esta foto tenía las cuatro hojas de plástico encima de mi mesa.

¿Y qué implica esta diferencia en la dureza? pues una vez horneado pierde toda importancia, porque todas las piezas van a ser igual de resistentes, pero a la hora de recortar sí que vamos a notarlo, porque el plástico traslúcido se corta de forma mucho más suave y fácil, lo que lo hace perfecto para trabajos en que queramos realizar cortes intrincados, e incluso nos permitirá cortarlo con utensilios delicados con los que resulta imposible cortar otros tipos de plástico.


¿Positivo o negativo?
Creo que va en la naturaleza humana el hecho de que cuando visualizamos algo nos lo imaginamos en positivo, con volumen, con un cuerpo tangible... y a veces se nos olvida que tenemos también la opción contraria ¡podemos trabajar con los huecos, con los vacíos! ¡podemos imaginar en negativo! o incluso ¿por qué no? jugar a combinar ambas cosas para hacer nuestras piezas más dinámicas.

Pulsera plástico mágico con volutas en negativo

Lo único que hay que tener en cuenta es que los agujeros encojen en la misma proporción que el plástico. Y oye, esto nos viene genial por ejemplo a la hora de hacerles agujeritos a nuestras piezas para luego engancharles anillas metálicas, cadenitas... podemos hacer los agujeros con un perforador de papel de oficina de los de toda la vida, que hacen agujeros de 5mm y al encojer se quedarán en unos 2mm ¡perfectos!

Truco:
Obtendremos una mejor terminación si lijamos los bordes de nuestras piezas
con lija fina (grano 400 por ejemplo) después de cortar.


Utensilios de corte:
      ♪ Tijeras: la herramienta de corte por excelencia. Para trabajar con plástico mágico necesitaremos unas tijeras fuertes, ya que el plástico tiene cierta dureza ¡no utilices tus maravillosas tijeras de costura para esto o acabarás estropeando las hojas! También pueden ser útiles unas tijeras de hojas finas, que nos permitan hacer pequeños cortes con precisión, pero os recuerdo que si lo que queréis es un diseño intrincado lo ideal es utilizar plástico traslúcido, que es más blandito y maleable, porque los otros tipos de plástico no van a cortarse fácilmente con ese tipo de tijeras.

Tijeras de precisión para cortar plástico mágico


      ♪ Bisturí: muy útil para trabajar con espacios negativos. Hay que tener un poco de práctica para ganar control sobre los cortes, pero teniendo paciencia no es realmente difícil. Eso sí, utilizad debajo una base de corte ¡que no queremos estropear la mesa!

Bisturí para cortar plástico mágico


      ♪ Tijeras de formas: una herramienta diseñada para cortar papel, pero que también da buenos resultado con el plástico mágico. Existen tijeras de muchos diseños diferentes, y con su ayuda podemos darle nuestras piezas un toque original de forma muy sencilla.

Tijeras de bordes para cortar plástico mágico


      ♪ Troqueles: son geniales para obtener piezas repetitivas y regulares, pero ojo, porque no todos funcionan bien con el plástico mágico. Hay algunos troqueles que están diseñados sólo para cortar papeles finos y se pueden romper si los forzáis intentando cortar plástico, así que antes de utilizar un troquel leed bien la caja, y si pone que admite gramajes sólo hasta 130g/m2 o similar no lo utilicéis. Es más, incluso aunque admita gramajes más altos, yo no utilizaría para el plástico ningún troquel cuyo diseño sea muy complejo, por si acaso. Siempre me limito a utilizar formas básicas: círculos, cuadrados... y siempre pruebo primero con el plástico traslúcido, que es más blando, para ver si el troquel tiene fuerza suficiente o no.

Troqueles y plástico mágico


      ♪ Máquinas troqueladoras de rodillos: tipo Big Shot o Cuttlebug. La verdad es que yo no tengo ninguna de estas maquinitas, pero sé que cortan cartón, fieltro, goma eva, incluso láminas delgadas de estaño... así que cortar el plástico mágico no debería suponer absolutamente ningún problema. De todos modos, igual que he dicho en el caso de los troqueles, probad primero a cortar plástico traslúcido, que es más blandito, y si se corta bien pues podéis probar con alguno de los otros plásticos más duros.

Big shoot cortando plástico mágico


      ♪ Plotter de corte: yo he probado la Silhouette Cameo, que es la que tengo ¡y menuda alegría me llevé cuando vi que podía cortar plástico mágico con ella! Necesité tres pasadas de corte con la cuchilla al máximo de longitud y la máquina casi al máximo de fuerza, y aún así sólo he podido cortar el plástico traslúcido, gracias a que es más blandito... ¡pero vamos, más que suficiente para hacer virguerías!

Plástico mágico cortado con Silhouette Cameo

¡Y creo que no se me olvida ninguna cosa más! Pero ya sabéis que tenéis disponibles los comentarios para decir lo que queráis ¿qué opináis? ¿utilizáis alguna de estas herramientas normalmente? ¿tenéis algún truqui especial?

¡Besitos amores!
Ana

Plástico Mágico 2: Cómo hornearlo

¡Hola! ¿Estás buscando ayuda para aprender a hornear plástico mágico? No te preocupes, que la página que estás buscando existe, pero me he ido de mudanza y ahora la puedes encontrar en mi nuevo blog "Científica Craft", porque ahí quedaba mucho mejor. Si quieres leerla ven y visítame, estoy segura de que te va a gustar. Y para que todo te sea más fácil te dejo aquí el enlace directo...
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¡Hola!

¿Estás buscando ayuda para aprender a hornear plástico mágico? No te preocupes, que la página que estás buscando existe, pero me he ido de mudanza y ahora la puedes encontrar en mi nuevo blog "Científica Craft", porque ahí quedaba mucho mejor.

Si quieres leerla ven y visítame, estoy segura de que te va a gustar. Y para que todo te sea más fácil te dejo aquí el enlace directo a la entrada.

¡Allí te espero!



Hornear plástico mágico

Ana

Plástico Mágico 1: Regla de reducción

¡Hola! No te asustes que es contenido de esta entrada todavía existe, pero lo he movido a mi nuevo proyecto "Científica Craft", porque creo que ahí encaja mucho mejor. Si quieres leerla no tienes más que visitarme en mi nuevo rincón ¡creo que te va a encantar! Para ponértelo fácil te dejo el enlace directo a la entrada. ¡Nos vemos! ...
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¡Hola!

No te asustes que es contenido de esta entrada todavía existe, pero lo he movido a mi nuevo proyecto "Científica Craft", porque creo que ahí encaja mucho mejor.

Si quieres leerla no tienes más que visitarme en mi nuevo rincón ¡creo que te va a encantar! Para ponértelo fácil te dejo el enlace directo a la entrada.

¡Nos vemos!







Ana